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martes, 1 de noviembre de 2022

EVALUAR A DIPUTAD@S NAYARITAS: TAREA OBLIGADA Y URGENTE

A catorce meses de su llegada al Congreso de Nayarit, se debe evaluar su trabajo legislativo. Hoy día la transparencia representa una condición preponderante en los sistemas democráticos, por lo que resulta fundamental delimitar mecanismos que permitan el acceso a la información y la evaluación de la función pública.


Sí bien en la actualidad se encuentran regulados procedimientos e instancias que contribuyen a la vigilancia del sector público, éstos no abarcan la totalidad de los poderes, pues parten de la supervisión generalmente, del uso de recursos públicos; quedando fuera del ámbito de evaluación otras actividades tales como la función legislativa. La inmensa mayoría de las solicitudes de información pública a las instancias correspondiente tienen que ver con el ejercicio de los recursos públicos desde el poder.

Bajo este orden de ideas, es de advertirse que la "evaluación legislativa", es una tendencia en nuestro país cosa que no se ve en Nayarit, pues aun y cuando se han desarrollado diferentes esquemas desde las década de los ochentadel siglo pasado, lo cierto es que no se ha llegado y no existe la voluntad, de llegar a un consenso e implementación de una metodología medianamente aceptable para calificar el desempeño de la labor parlamentaria.

Lo anterior es así, pues dada la naturaleza del órgano legislativo consignada en la Constitución General de República, hablamos de un ente "representativo", cuya labor se determina por diferentes motivaciones: la ideología del partido político al que pertenece el legislador, las necesidades del electorado que representa, las convicciones e intereses personales y el grado de conocimientos con los que un legislador cuenta, por mencionaralgunas.

Por este motivo, sería descuidado someter su desempeño a evaluaciones mediante criterios cuantitativos, por lo que se requiere de indicadores que se enfoquen en las cualidades de su labor; he ahí la complejidad de adoptar un esquema que sea lo suficientemente exhaustivo.
En otras palabras, no es posible medir el desempeño de un legislador a partir del número de iniciativas que presentan pues ni siquiera las hacen ellos, o la cantidad de comisiones en las que participan, o aparecer en cuanto sarao haya, o las sélfies que se toman con gente importante, porque no son criterios objetivos que muestren la eficacia parlamentaria. La representatividad de los legisladores guarda una naturaleza diferente a la de los alcaldes, o el gobernador. Esto es así debido a que los legisladores tienen en sus manos la posibilidad de hacer tangibles lasdemandas de la sociedad mediante la creación de las normas adecuadas que sienten las bases para la garantía y el ejercicio de los derechos.
En este entendido, la función de los legisladores es fundamental para el funcionamiento del Estado de Derecho. Sin duda, la evaluación legislativa es un ejercicio que abona, tanto a la transparencia del parlamento, como la profesionalización del mismo; sobre todo en un contexto como el mexicano, pues nos hace remitirnos muchos años en la historia para darnos cuenta de lo limitada que el poder la tuvo durante la hegemonía y autoritarismo presentes en el siglo XX, y que hoy amenaza con volver. 

P.D.- Urge obsequiarles a nuestros legisladores nayaritas, una brújulapara que tomen rumbo. El manual de Carreñoparaquesepancomportarse en sociedad; y un diccionario de la Real Academia Española por aquello de “las íííes”; pues dan pena ajena.

lunes, 19 de septiembre de 2022

GRAVE RIESGO

 


La militarización de una sociedad representa una amenaza para los derechos de las personas. 

Fue el emperador romano Septimio Severo (193-211 dc) quien en su lecho de muerte dejó como principal consejo a sus hijos, amigos y herederos una frase que ha trascendido entre nosotros y está de moda en la cuarta transformación que encabeza el Presidente de la República: "No revalicéis, enriqueced a los soldados y despreocupaos por el resto". Ciertamente el ejército es fundamental para obtener y retener el poder. 

Viene a cuento todo lo anterior por la polémica sobre la militarización de la Guardia Nacional, organismo creado en marzo de 2019 para contener el crimen organizado y reducir los índices de violencia, cuyos resultados han sido insignificantes. 

Se trata además de una corporación de más de cien mil integrantes que está enfocada en la vigilancia en regiones y en la contención de criminales, pero sin capacitación ni el desarrollo de estrategias para investigar, capturar y procesar a capos de la delincuencia. 

Por ello la propuesta de otorgar el mando de operación de la Guardia Nacional al ejército, no tendrá los efectos esperados simple y sencillamente porque este cuerpo policiaco es todavía un cascarón que no tiene los tentáculos necesarios para detener la violencia. 

Para colmo se corre el riesgo de militarizar al 100% el combate al narcotráfico, lo que podría provocar muertes a diestra y siniestra. No hay que olvidar que los militares están adiestrados para matar y su fuerte no es la investigación ni la captura de los presuntos malhechores. 

A todos nos gustaría que las estrategias del gobierno federal funcionaran y que de una vez por todas, se llegue en México un desplome de la violencia y la inseguridad. 

Desgraciadamente no sucederá así cuando menos en los últimos años del régimen actual, por la sencilla razón de que los planes no fueron los correctos. La estrategia de "abrazos no balazos", fortaleció y multiplico los carteles del crimen, como lo vemos a lo largo y ancho del país. 

Ahora el señor Presidente de la República, se saca de la manga una iniciativa para entregar a los militares la GUARDIA NACIONAL, cuando sabe que sus planes no funcionaron. Lamentablemente se trata de una acción tardía que no logrará calmar la tormenta que sufre México y pareciera que lo único que le interesa ganar la elección del 2024. 

Nos gustaría saber la opinión de nuestros legisladores (as) federales sobre la militarización de la seguridad pública. Tienen la palabra: SENADORAS: Cora Cecilia Pinedo Alonso (PT), Gloria Nuñez Sánchez (Movimiento Ciudadano) y Rosa Elena Jíménez Arteaga (MORENA). 

DIPUTADOS (AS) FEDERALES: Félix Duran Ruiz (MORENA), Ivonne Díaz Tejeda (PRI), 

Jazmine Bogarín (VERDE), Julieta Mejía Ibáñez (Movimiento Ciudadano) y Jorge Armando Ortiz Rodríguez (PT). 

Les deseo una excelente semana de fiestas patrias.

martes, 30 de agosto de 2022

A UN AÑO DE FUNCIONES


Los legisladores en general, estatales y federales, se han ganado a pulso la desconfianza de la gente y el descrédito dentro de la política; aunque sus jilgueros y aplaudidores les cuenten los dientes. Por sus acciones de sumisión hacia el poder y la aprobación ipso facto de iniciativas y reformas que en muchos casos, no benefician a los ciudadanos. Son criticados también por su entreguismo y pasividad legislativa; por levantar el dedo, asentir y ponerse de hinojos.

Muchos llegan por amiguismo, compadrazgo o para proteger las espaldas a sus protectores, no por ser conocidos por su espíritu de servicio, trabajo y compromiso con la comunidad.

Muchos legisladores (as) han confesado abiertamente su entreguismo al poder, otros han demostrado su inexperiencia (la mayoría) al cargo, unos más pasan inadvertidos y muy pocos, como agujas en el pajar; realizan un trabajo encomiable. Las curules son famosas porque sirven para que una gran cantidad de legisladores dormiten en sus asientos, bostecen de fastidio o realicen actividades intrascendentes.

No se les ve un excelente trabajo legislativo, ni existe compromiso y entrega en beneficio de los ciudadanos que dicen representar; pero sí sólo para levantar el dedo, quedar bien con el poder y preocuparse por su futuro político personal.

A la mayoría de los diputados (as) para no decir todos y no generalizar, no les interesa el avance democrático, ni crear leyes para sancionar la corrupción pues varios son parte de ella; y mucho menos legislan pensando en la población: lo prioritario es buscar posiciones políticas en el futuro para no perder sus onerosas prebendas y canonjías. Eso sí, aparecen en todos los saraos, tertulias y mojigangas en los ejidos y fiestaspatronales, luciendo su buen gusto de vestirse como "buchonas".

El Congreso de Nayarit es un derroche de dinero en esta "pobreza franciscana" cuesta 330 millones anuales, y un legislador recibe alrededor 180 mil pesos mensuales entre dieta, sueldo y accesorios.

Evalué usted al legislador (a) de su distrito. ¡FELICIDADES POR ESTE PRIMER AÑO!